Es el hombre,
es su alma inmortal aprisionada singularmente en un cuerpo
mortal. Pero cada hombre considerado individualmente es infinitamente
restringido, demasiado pequeño para encerrar la inmensidad;
no puede contener más que una pequeña partícula,
inmortal como el todo, pero infinitamente más pequeña que el
todo. Resulta de ahí que el ser divino, el ser absolutamente inmaterial,
el espíritu, es divisible como la materia. He ahí un misterio del que es preciso dejar la solución a la fe.
es su alma inmortal aprisionada singularmente en un cuerpo
mortal. Pero cada hombre considerado individualmente es infinitamente
restringido, demasiado pequeño para encerrar la inmensidad;
no puede contener más que una pequeña partícula,
inmortal como el todo, pero infinitamente más pequeña que el
todo. Resulta de ahí que el ser divino, el ser absolutamente inmaterial,
el espíritu, es divisible como la materia. He ahí un misterio del que es preciso dejar la solución a la fe.
Bakunin
No hay comentarios:
Publicar un comentario