martes, 12 de enero de 2010

Ya veran

dime querido dios mío si acaso soy digno
de cuestionarme, y preguntarme
si acaso tú me quieres más que al haitiano

tirame los pies y llevame a la isla
retuerce mis narices contra las ruinas
no mancharás tus manos, dios mío, fieles servidores en la tierra tienes

el cielo gris te ayudará a no ser visto
por mis hermanos y hermanas de lengua
me puedo sacar los cabellos si prefieres

sacar la ropa y cederla a quien más la clame
se arrodille ante tu altar
y camine sobre la delgada seguridad de tu amor

vuelca todo tu cuerpo
ese azul gustoso del cielo que nos elvuelve
en mis pupilas, superalas de belleza, para no ver tu hermosura

hazme sentir que no me amas
para adorarte entre las ruinas que así quieres esten
entre los más pobres de los pobres, lo menos queridos de mis hermanos

con mi amor hacia tí sabré perdonarte
en nombre de mis hermanos ensuciados
por el adobe celestial derramado en sus calles y en sus bellos rostros

tendrás que seguir mis pisadas en tu mundo
y en cada una depositar un pedazo de tu cuerpo
dios mio hazme orgullo todo el camino

me deberás alabar en el cielo
yo estaré entre los que no quieres
tú me amarás desde tu esplendura, yo te amaré amando a quien no quieres

1 comentario:

Vicenta dijo...

todo es obra de la divina providencia.
el destino , culpa a eso , manda plata y duerme tranquilo